Vida en la ciudad
La menta ha echado flores, pequeñas y moradas.
El viento estremece las copas de los árboles.
El tráfico de fondo, como el rumor del mar contra la costa.
Lo que debo, procuro pagarlo cada día.
Nadie está en deuda conmigo.
Aquí, en esta orilla, entre la paz y la tristeza,
algo que podría llamar felicidad, a ratos.