El mundo en primavera
Como ocurre a veces, una racha de buen tiempo se adelantó a la primavera. Después volvieron el frío y los días oscuros, y hubiera parecido que toda resurrección se malograba. Pero en el lecho de tierra y bajo el tronco leñoso la vida renovada, a escondidas, seguía su curso, porque tal es el ser de las cosas.
Volverán a lucir días felices, y no porque esperes ningún raro favor de la fortuna, sino porque ése es el ser de las cosas. También la felicidad forma parte de la máquina del mundo.
Cierto, dosis de felicidad y dosis de amargura, como siempre ha sido. (Bueno, eso creo, que me está quedando esta frase cercana a la tragedia).
Un abrazo
Publicado por: José Luis Ríos | 30 marzo 2016 en 09:38 p.m.
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Mira, hoy hace justamente cinco años de esta entrada. Y acabo de publicar una que, creo, también tiene un poco de eso mismo.
Cómo me gustan estos (pocos) dias al principio de la primavera. Pero creo que es desde que vivo en la Meseta.
¡Un abrazo!
Publicado por: Juan Avellana | 31 marzo 2016 en 11:35 p.m.
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