Como si nada hubiera sido
El mar de color verde. El cacharreo de las cocinas del barrio preparando la cena. Las tablas despintadas del embarcadero. Los motores monótonos de los barcos. Unos niños pescando con redeño. El olor de casa al abrir la puerta. La luz que se queda cuando el día termina.
En la playa, el viento hace flamear las cuerdas y la ropa. El rumor del mar paciente se oye cada vez más lejos, hasta que una voz querida me saca del ensueño, a la sombra. Me levanto y me voy al agua. En medio de una ola, en medio de la luz, siento hacia este instante del mundo un cuidado tierno semejante al amor. Nada se ha movido nunca desde que nací. Es mi vida entera la que parece un sueño.
La vida siempre se abre camino, veredas, trochas o ramales... siempre parece saber el punto exacto en el que todo puede volver a comenzar y, si tenemos suerte y sabemos escuchar, lo comparte con nosotros.
Publicado por: Beauséant | 04 agosto 2020 en 05:27 p.m.
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Hola, Beauséant. Eso que dices es muy esperanzador. Con un poco de suerte, sí. ¡Ojalá!
Publicado por: Juan Avellana | 06 agosto 2020 en 01:17 a.m.
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