La vida
Naces y vives en un sitio cualquiera —en un valle, en un pueblo, junto a un río— y eres de allí. Los prados segados, la lenta lluvia gris al despertar la mañana, el mar que se ve al otro lado del monte; esa es tu vida.
Un día te informan de que no eres de allí. Llevas allí desde que abriste los ojos hace cuarenta o cincuenta años, pero no eres de allí.
Miras, y parece como si alrededor de ti las cosas ya empezaran a despegarse un poco. Pero y de dónde soy, te dices, si no soy de aquí. Si yo no soy de ninguna otra parte.
Algo así ocurre con la vida, según mi experiencia. Un día te dicen que no eres de aquí y lo comprendes. Esta vez entiendes que es verdad; que lo que ves —la gente, el mundo, el futuro de los días— no es tu sitio. Que un día tendrás que irte.
Pero y si no soy de aquí, de dónde soy.
Como de tantas otras cosas, no tengo una opinión firme. Te entiendo cuando hablas de un lugar físico que se va despegando de uno poco a poco. Lo exterior a uno mismo va cambiando hasta hacerse, no lo sé todavía, irreconocible. Lo que uno conocía parece estar... debajo de la apariencia actual.
La vida. Van desapareciendo las personas, el mundo que más o menos conocías, el futuro de los días, como bien dices. Creo que solo queda, o eso parece, la memoria de las cosas, de las personas, de uno mismo... Es posible que, dentro de no sé cuántos años, a determinada edad la sociedad haya llegado a un punto en el que lo obligatorio sea, igual que ahora jubilarse, marcharse. No sé.
Te envío un par de enlaces más que nada porque te harán gracia, como a mí me la hacen. Un abrazo
https://auditoriozaragoza.com/programacion/jose-luis-rios/
https://auditoriozaragoza.com/agenda/conciertos/
Publicado por: José Luis | 01 agosto 2021 en 12:10 p.m.
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La vida es irse desprendido de cosas, de lugares, de posesiones, de grandes ideas preconcebidas... hasta quedarse vacío, sin posesiones, pero sin cargas...
Habría que preguntarse porqué debemos ser de algún lugar, ¿no?
Publicado por: Beauséant | 03 agosto 2021 en 12:58 p.m.
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Hola, José Luis. Me alegro mucho de leerte después de tanto tiempo.
Lo que queria expresar con el post, más que nada, era algo sobre lo que nadie me había prevenido. Según pasan los años, temer a la muerte, pensar la vida en términos metafísicos, etc., son reacciones verosímiles; pero nadie me había hablado de que si uno acepta por fin con madurez la verdad de las cosas lo que gana es una extraña perplejidad.
Y tienes razón: me hacen gracia ese par de enlaces. ¡Me alegro mucho! :)
Un abrazo
Publicado por: Juan Avellana | 04 agosto 2021 en 01:27 a.m.
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Hola, Beauséant. Ya ves lo que le digo a José Luis. A mí me tocó pasar por lo de "dejar de ser de un sitio" (un sitio físico), para no ser de ninguno, y no recuerdo que me costase mucho. Más bien me pareció divertido y un motivo de libertad y nuevas felicidades. Pero, por seguir con la metáfora del post, dejar de ser de este mundo para no ser de ningún otro, eso ya se me pone más cuesta arriba. No intelectualmente, quiero decir, sino emocionalmente. Pero bueno. Igual solo es acostumbrarse y ya se me ocurrirá algo :D
Publicado por: Juan Avellana | 04 agosto 2021 en 01:35 a.m.
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perplejidad, sí, esa es una palabra que define casi toda mi vida adulta :)
Publicado por: Beauséant | 04 agosto 2021 en 02:01 p.m.
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