La magia inversa
La antropología recoge con abundancia ejemplos de culturas que practican esa magia que llaman homeopática, basada en la noción de que lo semejante produce lo semejante. Acciones que buscan un efecto análogo en la naturaleza, en el destino, en otra gente: atravesar la figura del ciervo con una flecha antes de salir de caza; empapar una rama para provocar la lluvia; encender una hoguera para que el sol alumbre; copular sobre los campos; regar el suelo con leche o vino.
Pero de entre todos los pueblos de la tierra, solo con los fresios la magia imitativa funciona a la inversa. Las acciones del mundo los cambian a ellos. La marea los eleva o los apoca; el viento entre la hierba les agita los recuerdos; se irritan y se arrullan por la época del celo de los tigres. Los niños nacen siempre en primavera.
Si en la casa entran moscas, se vuelven discutidores y tercos; si de mañana se vacía el cubo de la basura, el dueño de la casa se estriñe. Cuando sus sábanas están tendidas en la cuerda, parlanchines, te abrirán su corazón con alegría.
Tras cinco años de obras, la nueva escuela se inaugura como hotel balneario, que reabre como criadero de peces, como estupa budista, como taller de vidrio, quién sabe, según la influencia a distancia de la lluvia en las montañas, la luna, las hormigas negras.
Cuando los mirlos cantan, ellos cantan; cuando brillan las luciérnagas, ellos brillan. En la estación de las grandes migraciones, hay que atarlos a los árboles del bosque, junto a la orilla.
Pues, en el fondo, así es como deberíamos ser, ¿no? en constante cambio, hijos del movimiento. Entender que nada es eterno y nada nos pertenece...
Un concepto muy bonito, gracias :)
Publicado por: Beauseant | 01 octubre 2024 en 10:34 a.m.
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Precioso apólogo
Publicado por: Fernando | 01 octubre 2024 en 11:00 p.m.
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Hola, Beauséant. Yo debo de tener algun antepasado fresio, porque a menudo yo también me dejo llevar 😀
¡Gracias!
Publicado por: Juan Avellana | 01 octubre 2024 en 11:52 p.m.
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Hola, Fernando. Me aegro de que te haya gustado. ¡Muchas gracias!
Publicado por: Juan Avellana | 01 octubre 2024 en 11:53 p.m.
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