Roma
No hay un lugar sagrado o bello en este mundo que ahora mismo no se encuentre cubierto por una multitud de cabezas apretadas de turistas, como pulgones sobre los brotes de una planta. Somos muchos; y, como la plaga, capaces de echar abajo cualquier belleza. Pero un día vendrá la enfermedad y nos borrará por millones; luego vendrán la ruina, el miedo, el fin de los viajes y el comercio, la pobreza, las guerras por los restos. Las vastas terminales quedarán vacías; las avenidas, desiertas, como cauces secos. Parecerá un mundo de gigantes. En las espaciosas mañanas del futuro, sin ruido, en plazas concebidas para un millón de almas, el aire hará rodar papeles y hojas, y aquí y allá picotearán los pájaros. Por las grietas del hormigón asomarán las ramas verdecidas; se hundirá el ladrillo y la hierba crecerá en los túmulos; sobre nuestra civilización se alzarán jardines; nuestras ruinas nos harán hermosos.
No quedan lugares sagrados, los hemos inmolado en nombre del progreso. Sí, somos demasiados haciendo demasiadas cosas, siempre en los mismos lugares, insatisfechos, esclavos de lo próximo.
Nuestras ruinas serán hermosas, pero no habrá nadie para contemplarlas. Quizás un ciervo, abrevando en la Fontana de Trevi, o un búho sabio contemplando extrañado un trozo de las Meninas que asoman entre las ruinas...
Publicado por: Beauséant | 01 febrero 2025 en 01:44 p.m.
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Hola, Beauséant. O un turista embobado de la civilización que nos suceda :D
Publicado por: Juan Avellana | 02 febrero 2025 en 01:03 a.m.
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Estaba pensando en el fin del mundo, sin humanos.. pero es que yo siempre estoy pensando en el fin del mundo, no me hagas caso ;)
Publicado por: Beauseant | 03 febrero 2025 en 12:50 p.m.
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Se podría hacer una serie fotográfica con ese tema. Sería muy sugerente, ¿verdad?
Publicado por: Juan Avellana | 04 febrero 2025 en 10:35 p.m.
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Conocí a un escritor granadino que me contó que, cuando nos desconfinaron la primavera de 2020, subía casi todos los días a la Alhambra, que estaba vacía, sin turistas ni apenas granaínos.
Publicado por: Berna | 01 marzo 2025 en 07:39 p.m.
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¡Hola! No había visto esto. Se supone que el blog me avisa si hay comentarios; pero igual es mucho suponer :D
Jo, pues tu amigo granadino tuvo un privilegio de príncipe moro. Literalmente: algo así quizá no había vuelto a pasar en 500 años.
Publicado por: Juan Avellana | 24 abril 2025 en 10:38 p.m.
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