Septiembre entre dos luces
En septiembre me acuerdo de las islas, o de Italia, o de las grandes mareas del norte. Según caliente el sol, o si la tarde llega delicada como en un cuadro, o si empiezan a llover gotas tibias.
Ahora mismo, el viento húmedo hará cabecear los veleros y las jarcias tintinarán como esquilas, en un puerto. Un farol multicolor ya está encendido en un callejón, sobre la puerta de un bar. La madera de un embarcadero se empapa de lluvia. En bajamar, la playa se habrá cubierto de ramas y algas secas. B. habrá sacado la bici del garaje para andar un rato por el bosque.
Me acuerdo de otros días; también hago planes para el año. A veces, por las noches, temo el porvenir.
Sé que si llegase a estar lejos, un septiembre recordaría las noches brillantes de Madrid, los paseos junto al río, los crepúsculos de mi barrio, los años en los que aún había un tiempo por hacer; a S., que se dejaba el pelo largo.
En septiembre, este mes sentimental y entre dos luces.
[Septiembre y las mareas:
http://avellana.neunoi.com/2010/09/septiembre-y-las-mareas.html
Septiembre:
http://avellana.neunoi.com/
2003_09_01_archivos.html#106314607004738136]