El mundo en primavera
Como ocurre a veces, una racha de buen tiempo se adelantó a la primavera. Después volvieron el frío y los días oscuros, y hubiera parecido que toda resurrección se malograba. Pero en el lecho de tierra y bajo el tronco leñoso la vida renovada, a escondidas, seguía su curso, porque tal es el ser de las cosas.
Volverán a lucir días felices, y no porque esperes ningún raro favor de la fortuna, sino porque ése es el ser de las cosas. También la felicidad forma parte de la máquina del mundo.